Reseña Coach Carter.

En esta reseña sobre la película Coach Carter quiero dejar bien clara mi opinión respecto a dos partes que creo bien diferenciadas en el desarrollo de la historia:
La primera parte, en la que el Carter pasa a ser el Entrenador Carter, está muy lograda como historia que vende, pero en mi opinión puede mandar un mensaje equivocado. En este caso parece que la estricta disciplina física y los castigos corporales son la solución para tratar a chavales conflictivos, y creo que nos estaríamos quedando a mitad de camino. Una cosa tengo clara al tratar con jugadores, alumnos y niños conflictivos, y es que lo que necesitan es alguien que se les ponga delante, que no se de por vencido en su educación y que les responsabilice de sus actos. Y esto no es solo algo que piense teóricamente, es que lo veo en los niños que llevo en la piscina, son los niños de los que los padres se quejan por ser traviesos o maleducados, pero si no te rindes y les haces ver que no se van a librar de ti fácilmente, te los ganas, y acaban siendo los mejores.
En segundo lugar tenemos la parte donde Carter toma conciencia del contexto real de estos chicos, y decide implicarse, pese a las contrariedades, incluso de los padres y gente de la calle. En este momento es donde hay que absorber bien la lección. Carter se comprometió con sus jugadores, y ellos con el, y dado que incumplieron el contrato, Carter debe cumplir su palabra, utilizando el deporte como premio una vez hayan cumplido sus compromisos. Es aquí donde Carter da un paso al frente por el futuro de sus chicos, y la sociedad se lo recrimina hasta el punto de arrebatarle su potestad. Pero las vivencias son muy importantes y solo aquellos que las han vivido pueden comprenderlas, por eso aunque todos están en contra, los jugadores conscientes de la relevancia de sus acciones eligen ser fieles a su contrato.
La película está muy bien, sin embargo, creo que pese a que esté basada en hechos reales, estos casos no pasan todos los días, y debemos ser conscientes de que conseguir un final feliz no siempre es posible, aunque eso no quiere decir que no debamos intentarlo cada día.

Un saludo. ; )

P.D. Me ha venido a la mente una idea que considero interesante, pese a que puede que alguien no esté de acuerdo conmigo.
Trabajar en el mundo del deporte es "fácil", pero para educar tenemos que luchar contra las barreras que imponen las familias y la sociedad.