Voy a evaluarme, interesante, empecemos por saber qué es lo que voy a hacer:
"Evaluamos con el fin de conocer cuando corregimos constructiva y solidariamente con quien aprende, no para confirmar ignorancias, descalificar olvidos, penalizar aprendizajes no adquiridos. Cuando los profesores actúan como correctores que explican y comunican razonadamente, son fuente de aprendizaje mediante la información comprensible y argumentada que deben aportar en esta tarea".
Alvarez Méndez, J.M. (2001). Evaluar para conocer, examinar para excluir. Madrid: Morata (p. 77)
Antes que nada tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo con la cita de Álvarez Méndez, sin embargo por mucho que nosotros como profesores sigamos esta filosofía de no examinar, el sistema siempre lo exige, y dificulta la labor del profesor que intenta evaluar. Sin embargo, siempre hay que pensar que para que algo suceda, primero hay que intentarlo.
Principio del curso en una universidad nueva para mi, muchos cambios, todos a mejor (siempre me gusta verlo así). Empezamos con una asignatura con un nombre un tanto enrevesado, que no sé muy bien de qué va, pero que pronto iría descubriendo. La asignatura que podría marcar mi vida, y mi futuro.
El profesor se presenta uno a uno, curioso cuanto menos, quiere romper estereotipos y esto es el punto Nº 1 que aprendo. Cuando crees que las cosas siempre son de una forma, de repente vivencias otra opción diferente y resulta que te gusta.
Con la clase ya empezada el profesor saca un tema, “¿cuál es nuestra idea de futuro? ¿educación-rendimiento?, toca posicionarse, y yo lo tenía bastante claro, así que me voy a la zona de la educación. Sé que me gusta la educación, me encantan los niños, desde siempre he cuidado de primos pequeños, me lo paso bien con ellos y ellos conmigo, a la vez que tengo facilidad para guiarlos. Sin embargo aquí viene el 2º aprendizaje: No solo me gusta la educación, lo llevo dentro. Si estuviese en una isla desierta educaría a los bebés chimpancé, estoy seguro de ello y los que me conocen bien lo saben, me resulta inevitable. Desde luego, desde muy pequeño adiestraba a mis perros, vale, eso se llama condicionamiento, pero ya es un inicio. Lo bueno es que no me quedé ahí, seguí indagando en esa parte tan importante de la vida que es la educación. Y acabé trabajando enseñando a nadar a bebés y niños traumatizados por el medio acuático (y monitores con pocas luces) como yo lo fui en su día, pese a que luego con el paso por la balsa de la caseta de campo y unas manos no formadas pero que sabían lo que hacían acabé disfrutando de la piscina como el que más.
Parece que me estoy alejando del tema, pero en realidad no hago más que adentrarme en el meollo de la cuestión. El 3º aprendizaje, que engloba los anteriores y otros muchas, más viene aquí: Me he conocido más a mí mismo y he visto que el hecho de estar aquí no es simplemente porque me gusta el deporte, ni mera casualidad. Toda experiencia deja algo tras de sí, y en mi han ido dejando miguitas, marcándome el camino a la educación.
Pasando a la parte más estándar de lo que “debería” ser este texto, puedo decir que sé lo que he aprendido y lo que no he aprendido en esta asignatura.
Y empezaré al revés: No he aprendido definiciones que sirven para NADA, no he aprendido contenidos históricos a granel que memorizar, vomitar y olvidar en algún rincón de mi cerebro, no he aprendido “recetas” que aplicar para cada caso que me encuentre en mi futuro como educador, no he aprendido a tener al profesor en un pedestal al cual no llego desde mi (incomodo) pupitre, no he aprendido a competir contra mis compañeros de clase. Hay muchas cosas que no he aprendido y lo cierto es que no lo echo en falta.
En cambio hay otras muchas cosas que sé que he aprendido, así como otras muchas que he aprendido sin ser consciente, como bien marca lo que hemos aprendido sobre el currículum oculto. He aprendido definiciones útiles, que no solo explican el concepto a tratar, sino que además ayudan a comprender las implicaciones que este tiene. He aprendido muchos contenidos históricos, pero que no solo son historia, son el inicio, el camino y el futuro de lo que estudiamos. He aprendido una cosa que considero fundamental en educación: no hay recetas, cada caso es como el patio de mi casa (particular), y que hay una serie consejos y vivencias que me ayudaran a solventar el problema, además de que no hay una única solución para el mismo caso incluso para mi mismo en el transcurso del tiempo y lo que es más importante, nunca sabré si la elección tomada fue la más acertada, solo si surtió el efecto que yo esperaba. He aprendido que el trono no da al profesor el respeto, el respeto y la admiración se lo gana día a día con sus acciones, y estas acciones son más fácilmente visibles cuanto más cerca está de nosotros, aunque ello le deje más expuesto, pero esto aun lo hará más respetado; creo que esto es muy importante en las clases de Educación Física pese a que es algo que no siempre valoramos. También he aprendido que la competición cooperativa es mucho más productiva en la búsqueda de la excelencia, del Agon griego, nos hace a todos aprender más sobre la materia y sobre muchas otras cosas más.
En cuanto a la forma en la que he aprendido, ¿Qué he hecho para aprender? En la pregunta está la clave: Generalmente el profesor empieza diciendo que cosas hay que hacer para aprobar (…concepto teóricamente ligado al aprendizaje), y es el profesor quien nos da el camino hecho para que seamos nosotros quienes lo recorramos. Sin embargo en este caso no ha sido así. La sensación es de que el profesor sabe más o menos a dónde quiere llegar y alumnos y profesores van ideando un camino para llegar hasta la meta. Poco a poco y con el esfuerzo del profesor, el esfuerzo propio y el de los compañeros TODOS aprendemos, unos de otros. Es una sensación muy buena el saber que eres libre de aprender lo que tú quieras y como tú quieras, esforzándote más los temas más afines a uno mismo. Claro, esto es un arma de doble filo, los que solemos esforzarnos nos esforzamos igual o más y los que generalmente no se esfuerzan… pues puede pasar dos cosas: Generalmente se esforzarán poco o menos aún, pero en algún caso el gusto por hacer cosas por ellos mismos y saber que contribuyen a que los demás aprendan puede hacer que cambien el chip y se esfuercen. Creo que el aprendizaje cooperativo es muy bueno. Una vez un profesor me dijo: “cuando se trabaja por parejas uno piensa y el otro es el idiota, cuando se trabaja por tríos, uno piensa y dos son idiotas, y ect”. En realidad pienso que es muy posible que esto pase, sin embargo también pienso que la presión del grupo hacia sus integrantes puede ser mucho más positiva y productiva que la que ejerce el propio profesor o el alumno sobre sí mismo. Así que en realidad aunque en muchos casos uno del grupo sea el que esté llevando la carga mayoritaria y el resto hagan lo justo, ya están aportando su granito de arena, y la cooperación hará que aprendan unos de otros y cuanto mejor sea el nivel del mejor, mejor será el nivel del resto.
Todo lo anterior enlaza con la pregunta ¿Qué he hecho para que los demás aprendan? La cooperación es la base, si yo aprendo algo y tengo que trabajar con alguien, le transmitiré mis conocimientos como punto de partida para iniciar el trabajo, así como él hará lo mismo. Cada uno lo hará en su medida, pero siempre se hace, y tras esto, con la ayuda de las nuevas tecnologías como los Blogs podemos dar fácil acceso a lo que hemos obtenido con nuestra suma de conocimientos y razonamientos. Esto queda a la vista de todos y cuando el material es bueno e interesante (como en efecto lo ha habido en los blogs de muchos compañeros y compañeras) suele ser difundido a un tercero y etc. Creo que la red de Blogs es la segunda herramienta de trabajo para responder a esta pregunta, hasta el punto de que en determinados trabajos colaborativos se crearon de forma espontanea y paralela blogs para trabajar más cómodamente. La primera herramienta sería sin duda la inmensa participación colaborativa en clase, nada de un profesor que habla, unos alumnos que escuchan y copian y en alguna ocasión preguntan. Para empezar esos 5 minutos del inicio de las clases de Víctor, para conectar, creo que los llamaba, es una técnica que ya conocía y que creo que es muy buena y predispone a una buena actitud. Después trabajos en parejas, en grupos, el
Puzle de Aronson me encantó, ya entrando con Pere los debates eran frecuentes, incitando al salto de nuestra opinión crítica, haciéndonos razonar, tentándonos a utilizar la cabeza para algo más que para hacer el típico arriba-abajo afirmativo ante lo que dice el profesor. Un profesor que te pincha para que le lleves la contraria y que incluso llega a hacerte ver que piensa una cosa solamente para instigar al debate abierto del tema a tratar.
En resumen: He aprendido:
-A ser una persona más crítica con el mundo que me rodea, siempre se puede ser más. Jajaj.
-A aprender de mis compañeros y a facilitarles que ellos aprendan de mí, porque lo que importa no es que yo sea mejor que ellos, sino que yo sea mejor y que ellos también.
- A sacarle más partido a las redes sociales y recursos digitales.
- A ver las estadísticas del Blog y flipar con que gente de Alemania siga mi blog a diario, así como tener más de la mitad de las visitas de mi blog de fuera de España.
- A expresar mi opinión libremente, y de forma creativa y organizada.
- A comprender que no es más sabio el más sabe, sino aquel que utiliza mejor lo poco que sabe y hace cada día por saber un poco más.
- A entender la historia de mi vida. Gracias por el libro
Mal de escuela.
- A perder el miedo a quedar como un idiota. (
Esta va por Fito, que viene al pelo).
En cuanto a la nota numérica individual de mi autoevaluación… creo que en caso de poner una nota, la podría
al grupo, sería un 9, porque el esfuerzo y la participación en general ha sido muy bueno, pero no de 10, porque siempre puede ser mejor, siempre.
Gracias por todo, a todos.
P.D. Espero que esta no sea la última entrada de este blog, me gustaría seguir tratando la materia, y durante mucho tiempo. : D
Manuel Carrilero Cases
